Mal aposturado

 

 

Cuántas veces escuchamos a los padres pedirle a sus hijos que se pongan derecho, que mejoren su postura llevando los hombros hacia atrás, levantando la vista, etc. y con suerte y en relación al tono imperativo de voz utilizado por el adulto, el joven adopta esa posición elegante, de personalidad apuesta y con un futuro por delante de aproximadamente 10 segundos…
El joven “mal aposturado” (Termino inventado para definir a un individuo de rebeldía adolescente con mala postura), volverá a adoptar la postura original ni bien la madre baje la mirada, se distraiga o comente otra preocupación.
La mala postura es un desenlace de contextos corporales desfavorables (vida sedentaria, muchas horas sentado en el colegio, etc.) y está determinada por muchos factores (Ver la Nota anterior: Entrenamiento Postural). A nivel muscular son los músculos tónicos (posturales) los que determinan la postura y no los músculos que se contrae para responder el pedido del adulto.
Es cierto que si uno hace el intento de aposturarse (Término, también inventado, para definir a aquella persona que logra una postura tan correcta como momentánea) lo logra, pero la buena postura se desarma ni bien se relajan los músculos que permitieron lograr tal elegancia corporal.
El detalle que se le escapa a la madre preocupada por la postura de su adolescente es que los músculos que definen la postura, son otros, son precisamente los músculos tónicos o posturales, que tienen un nivel de activación mucho más lento y que no se relajan fácilmente, sino todo lo contrario, tienden a retraerse y acortarse generando una postura incorrecta.
El camino correcto es realizar una consulta Postural, y trabajar con metodología específica para el entrenamiento de los músculos que determinan la buena postura sin necesidad de obligar al joven a ponerse derecho mil veces!
Lic. Cristian Tablado